La marca Federer fue creada por Marcel Federer. Marcel era de origen suizo, de un pueblo llamado Rebstein, en el cantón de St. Galen. Su papá, Polikarpio, era comerciante, y tenía un pequeño bazar en el pueblo, donde vendía de todo. Como veía que su negocio no rendía para alimentar a Marcel y a sus 5 hermanos, decidió comprar una charcuteria en la ciudad de Basilea, a donde se mudó con toda la familia.

Allí es donde Marcel entró en contacto con el arte de la fabricación de embutidos y jamones. Al cumplir sus 16 años de edad, empezó su aprendizaje de charcutero, en la empresa donde ya su hermano se había graduado de la misma profesión. Su hermano quería que se quedara trabajando con él, pero la vida tenía otros planes para Marcel. Al terminar sus estudios de charcutero, José, otro hermano de Marcel, que vivía en el Ecuador, le contó que en ese país no había nadie que preparará embutidos de alta gama y con la tradición y dedicación suiza. José y Marcel vieron ahí la posibilidad de traer el negocio de embutidos tradicionales suizos en Ecuador.

El espíritu aventurero y emprendedor de Marcel lo llevó a pedir dinero prestado de sus hermanos, comprar maquinaria usada en Suiza y emprender su viaje al Ecuador. En febrero de 1965, se embarcó en Génova, Italia, con rumbo al puerto de Guayaquil.

20 días después, ya estaba en Quito y abrió su pequeña empresa de embutidos, llamada Federer. Siguiendo la tradición suiza usó su propio apellido para nombrar a la empresa. La empresa la conformaban inicialmente Marcel y tres obreros, a quienes pocos años después se les uniría la esposa de Marcel, Nieves, de nacionalidad filipina. Marcel empezó a distribuir sus productos, en moto, a los europeos radicados en Quito. Poco a poco, la marca fue adquiriendo fama y prestigio expandiendo su venta a un pequeño supermercado llamado La Favorita (hoy llamado Supermaxi).

Luego de años de duro trabajo, hoy, la marca de embutidos Federer sigue distribuyendo sus productos en todas las cadenas de supermercados, hoteles, restaurantes y caterings del Ecuador.

Son 15 años ya, desde que se abrió el primer delicatessen Federer, Daniel, uno de los hijos gemelos de Marcel y que estaba al frente del negocio, tomo la decisión de convertir el delicatessen en un lugar para servir parrilladas. La idea fue todo un éxito, y se abrió un local más en modalidad de franquicia. Ahora existen cinco delicatessen Federer en la ciudad de Quito.

Visión
Ser reconocidos como líderes del mercado en la categoría alimentos crudos y preparados para disfrutarlos en una parrillada.

Misión
Creer en la gente
Innovar continuamente el mercado de comida
Superar nuestros resultados todos los años

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